Grupo Leyenda

Identidad y Arte en las calles ||||||||||||||||||||||||||||||grupoleyenda@gmail.com

Tuesday, September 26, 2006

Salgan al sol

Recorran las calles de la ciudad y miren
Van a ver las primeras huellas del Grupo Leyenda
Caminemos juntos

Friday, September 22, 2006

El fluir de la quietud

Escribir por el pueblo
desde el pueblo
Para el pueblo
es horadarle silencios a la siesta
arrancarle la alquimia a su gente sin tiempo

Cla Lauquen
fluyes eternidad sin ruido
fluyes quietudes de aguas estancas

Sin pasados épicos
Sin sagas heroicas
glorifico tu nombre legendario
que sabe a cosa nuestra

Las manos de tu gente
ruedan mates amargos
hilvanan chismes rojos en tus ruecas de abulia

Tu caricia es de pastos perfumados
y te conozco ese crecer hacia los lados
tus campo engordan
se preñan de casas nuevas, briosas

Vaya esta loa
esta encomiástica a tu verano verde
a tu paz de malvones y de sauces
a la ternura oliente de tus patios de albahaca

Una vieja te barre las veredas
Una luna comulga a tus nativos
y unas vueltas al perro te espejean las tardes
en un par de baldosas y vidrieras

Mariana

Monday, August 21, 2006

Respuesta a Inventado el espacio y el tiempo

Esto respondió M.Lauquen al post anterior

Una vez me dijeron que si no teníamos espacio teníamos tiempo.
Hay mucha gente que se adueña de la mañana, y la llena de ruidos predecibles y de humo.
Algunos otros se confinan en la tarde, arrastrando los ruidos y los humos mañaneros consigo.
Y hay otros que de la noche hacen su reino. Los ruidos ya no son tan predecibles. Y el humo es otro humo.
Mi lugar en el tiempo es el amanecer. La noche se va a dormir, cansada de movimientos de insomne, y el día todavía remolonea envuelto en sábanas.
Nadie, sólo los pájaros saben de lo que hablo.
Lo aburrido del cielo casi gris, se corta en pedazos psicodélicos, inundando todo de naranja, fucsia y turquesa.
Abro mis brazos al viento que despeina el campo, al sol que sale, al pueblo dormido, y estoy en mi tiempo.
Y ya no importa el lugar

Saturday, August 19, 2006

Inventando el espacio y el tiempo

Como los oasis en el desierto de la pampa, como estas lagunas que no estabn, que estuvieron y que a veces ya no están.
Así vamos a inventar el espacio que necesitamos para expresarnos.
No importa que nos quieran tapar la boca. Vamos a gritar mucho más fuerte de lo que puedan imaginarse.
Si el llanto no se escuchó, se escuchará la risa.
Somos esto que hemos estado siendo, y no aquello que hubiésemos querido ser.
Ni más, ni menos

Monday, August 07, 2006

Respuesta a "Clalauquenses" de Carola

Yo creo que muchos son así, como el personajeimpasible, y no lo saben, pero la mayoría sabe que loes y no le importa. Total: "por algo será".Yo no se bien que pensar de mí, ¿en qué grupo meubico?¿No habrá otras alternativas?, digamos, el que leavisó a la india y cuando los quiso separar a losamantes se cayó en un pozo y no llegó a tiempo; o elque intentó separarlos y recibió un lanzazo en plenosufriente pecho, o el que se llenó de culpas por nosaber intervenir y se fue a tomar una grappa con losmilicos pa'aliviar las penas...No sé, digo.

Monday, July 24, 2006

Elecciones

Todo era más simple de lo que creíamos.
La culpa de todo la tuvo ella, por no saber decidir entre uno u otro hermano.
Pero sin el final de tango que se sospecha a lo lejos.
Ella no supo qué elegir de cada uno: quizás le gustaba el buen humor de uno, o la inteligencia del otro. O quizás fue la creatividad individual, para distintas cosas, la que no la dejó optar rápidamente.
Tal vez fese la fuerza, la hombría, la tetosterona de uno que predominaba más que la del otro, pero éste último tenía una sensisbilidad especial y sabía decir las mejores palabras.
Y los ojos de uno. Y las manos del otro.
Y así, tratando de elegir, se le pasó el tiempo
Y un día, cuando eligió no elegir, ese fue el día que empezó a ser culpable de la tragedia.

Saturday, July 08, 2006

Para los que no saben de qué estamos hablando ( versión original, creo)

La leyenda de Tres Lagunas

Dos hermanos, hijos de un poderoso cacique araucano de la región, se habían enamorado de una misma joven cuya hermosura era ponderada en forma que igualaba a Pirepillán, la ciudad hechicera de las nieves andinas.
La cándida niña, que todavía no alcanzaba a comprender lo que era amor, jugaba con el cariño de los mozos, igual que el "Pichi Thapial" juega con la presa que luego ha de devorar.
No entendía la joven que con ese peligroso juego exageraba cada día más la pasión salvaje que por ella sentían los hermanos.
Con respuestas oportunas contestaba los requerimientos amorosos de los apuestos mancebos... "soy joven - les decía - no me hablen de amor porque todavía no he pensado en ello... Quiero un tiempo más ser libre como las aves que surcan el infinito cielo... Déjenme en libertad para divertirme, que hay tiempo para amar..." Y con delicado gestos, despedíales con esperanza.
Por esa época habían llegado desde el lejano país de allende el mar, unos hombres blancos que desde el primer momento se mostraron malos e insaciables, los que no contentos con arrebatarles las mejores tierras, trataban ahora de extender sus dominios de forma que a los indios no le quedarían más que los ojos para llorar sus desventuras.
Ante tan tremenda amenaza los gobiernos de la tribu habían decidido la guerra a muerte contra ese invasor.
Esta no sería una de las tantas guerrillas a las que estaban acostumbrados, sino que era una guerra grande y contra un enemigo poderoso y valiente en la que muchos indios morirían; y fue por ello que los hermanos redoblaron exigentes una decisión terminante de la doncella, antes de partir para esa expedición de donde probablemente no regresarían.
"Los amo a los dos por igual, pero con el amor de hermanos... Y los quiero de igual forma que quiero a mis padres..." fue la contestación de la joven.

Pueden figurarse que por ventura mi corazón entregaría a algunos de ustedes, mis valientes hermanos, truncando las esperanzas del no elegido..."Sigamos viviendo el sueño de una dicha imposible hasta que nuestros dioses decidan sobre nuestros destinos..." - terminó diciendo y presurosa se refugió en su tienda como si un temor supersticioso invadiese su corazón. Profundamente consternados los hermanos quedaron parados frente a frente. Sus centelleantes miradas se encontraron y el pensar fue el mismo. Dirimirían en singular combate la posesión de la prenda de sus afanes. El que quedara con vida la haría suya.
Llegó la noche. En el campamento todos dormían. El silencio era únicamente interrumpido por el graznido chillar de la lechuza fatídica que parecía agorar la tragedia que se avecinaba.
Empuñando sus terribles lanzas los hermanos montaron en sus corceles de guerra y sigilosamente se alejaron del lugar hasta llegar al pie de un médano solitario, en donde después de darse un fraternal abrazo como señal de que ni el dolor, ni el rencor animaban sus acciones, se aprestaron a luchar hasta la muerte por el amor de una mujer que no podía ser de los dos.
Largo fue el combate, pues los hombres eran aguerridos y valientes hasta que cubiertos de múltiples heridas, se separaron alejados de sus montas, para caer finalmente muertos en diferentes sitios. Al amanecer llegaron a los toldos de sus dueños los caballos de los hermanos con las monturas tintas de sangre como señal de que algo grave había sucedido. Presintiendo la tragedia, la doncella corrió por el campo hasta dar con los cadáveres de sus pretendientes. Loca de desesperación y de espanto, empezó a vagar por la llanura hasta caer muerta de pena y de dolor.
El viento empezó a socavar la tierra que servía de lecho de los cadáveres, formándose un pequeño pocito donde se hizo un charquito con la primera lluvia, el que se fue agrandando con las subsiguientes, hasta convertirse en las TRES LAGUNAS que conocemos, las que son para los araucanos símbolos de amor, sacrificio y hermandad hasta mas allá de la muerte. Y es por eso que cuando pasaban por el lugar, jamás dejaban de beber agua en algunas de ellas.

TOPONIMA INDÍGENA BONAERENSE
ELISEO A. TELLO

Avivate frate mío

Hay que ser malevo y rechiflarse por una paica.Hay que encamotarse, o andar escabiado por el rioba. O se le tiene que piantar la sabiola a uno para ir al desierto a embrochetar a un hermano.
Y hay que ser huérfano para poder hacerlo, porque una madre ( por lo menos una madre de tango, y nuestra leyenda tiene mucho de tanguera)no dejaría que sus pebetes hagan tal barbaridá por una grela, pormás papusa que sea.
Quizás el minaje de la tribu era escaso, y el verano de la sangre de estos purretes hervía que daba calambre.... pero ni así
Quizás la minusa rantifusa tenía más de bataclana que de flor de lino.
Quizás...
Y bueno, final de tango para estos chochamus que no supieron gambetear las cosas del destino. A mirar los rabanitos desde abajo y vermouth con papas fritas

Clalauquenses

Somos trágicos, exagerados casi.
De todo hacemos un gran lio, atribuído al infierno grande que se vive en el pueblo chico. Pero el pueblo chico ya no existe.
50 mil almas andan por acá, y eso no nos hace chicos.
Todo nos duele, pero al mismo tiempo somos indiferentes a la hora de tomar cartas en los asuntos que corresponden.
Somos como aquel que no trascendió en la leyenda de las tres lagunas, pero fue fundamental su presencia, casi fantasmal, en la misma: el que le avisó a ella que ellos se habían ido a pelear a la lejanía.
Ese que intercedió pero sólo para avisar y no hizo nada más, ni por ella ni por ellos, ni por toda la tribu, sabiendo que pase lo que pasare todo iba a terminar mal.Los lazos ya estaban rotos, y este extraño personaje no movió un dedo...
Somos así, y no lo sabemos